¿Estás pensando en usar tus primeras lentillas? Con todas las opciones saludables y convenientes disponibles en la actualidad, casi cualquier persona puede usar lentes de contacto. Algunas, encuentran esta alternativa a las gafas como la mejor opción para su estilo de vida, mientras que otras las encuentran engorrosas.
¿Qué son las lentillas?
Las lentes de contacto son piezas delgadas de plástico que se usan directamente en el ojo para corregir ciertos problemas de visión. Son una solución de corrección alternativa a los anteojos y/o someterse a una cirugía correctiva.
Actualmente, millones de personas usan lentillas, especialmente aquellos que llevan estilos de vida activos y desean una visión clara y nítida.
La mayoría de las personas pueden usarlas y disfrutar de la libertad de poder ver sin la ayuda de las gafas.
Primer paso
Si estás interesado en empezar a usar lentillas, el primer paso es que un oculista te haga un examen ocular para saber qué tipo se adaptará mejor a tu vista.
Tienes que estar preparado para hacerte un examen más largo de lo que estás acostumbrado ya que es exhaustivo e implica varios pasos.
Primero, tu oculista tendrá que determinar si tus ojos están suficientemente sanos para poder usarlas. Debido a que las lentillas realmente tocan y cubren los ojos, estos deben de estar en las mejores condiciones posibles. También te medirán los ojos.
El oftalmólogo tratará de obtener las medidas más precisas posibles. Estas medidas precisas ayudarán al profesional a encontrar las lentes de contacto correctas para que se te ajusten de manera adecuada y cómoda.
Al ser nuevo en esta práctica, tu médico te enseñará a cómo insertar y quitar las lentillas de los ojos.
Él te ayudará a practicar y acostumbrarte a colocarlas por ti mismo. Además, te enseñará cómo debes cuidarlas adecuadamente, incluyendo la limpieza y el almacenamiento.
En este artículo te lo explicaremos sobre ellas y sus cuidados para que ya estés preparado antes de la visita.
Tipos de lentillas
Hay dos grupos principales de lentillas: las blandas y las rígidas permeables al gas. Los primeras son suaves, extremadamente delgadas y cómodas de usar.
Están hechas principalmente de agua, lo que les aporta suavidad. Se pueden dividir en cuatro categorías básicas: esféricas (regulares), las diseñadas para el astigmatismo, para presbicia y las de colores (cosmética).
Por otro lado, las lentillas rígidas permeables a los gases están hechas de plástico duro que brinda una visión nítida y clara y corrige la mayoría de los problemas de visión.
Una de las principales características de este modelo es que duran mucho más que las lentes de contacto blandas.
¿Cada cuánto tiempo debo cambiar las lentillas?
Algunas lentillas son exclusivamente para uso diario. El modelo blando que hemos explicado en el apartado anterior presenta diferentes variaciones dependiendo del modelo.
Algunas se usan exclusivamente durante un día y luego se desechan. Otras se pueden usar durante el día, luego te las quitas y las limpias y desinfectas por la noche.
Algunas incluso pueden llegar a durar años con un cuidado regular.
¿Qué cuidados requieren?
El cuidado adecuado de las lentillas es vital para la salud de tus ojos. La mejor manera de evitar la infección es seguir las instrucciones que te recomiende el oculista. Probablemente, estas recomendaciones estarán entre sus pautas:
Lávate, enjuágate y sécate bien las manos antes de manipular las lentillas. Para ello, debes de usar un jabón libre de aceites, lociones o perfumes y secarte las manos con una toalla sin pelusa.
Usa las yemas de los dedos para manipular las lentillas (no las uñas ni los objetos afilados como pinzas).
Verifica antes de colocarte la lentilla que esté húmeda, limpia y libre de daños. Nunca debes de ponerte una lente de contacto que esté dañada en el ojo.
Cuando te quites las lentillas, es importante limpiarlas, enjuagarlas y desinfectarlas con el líquido que está destinado para ellas.
No debes substituirlo bajo ningún concepto por saliva, agua corriente o cualquier otra cosa que no sea la solución para las lentillas.
Estas alternativas no ayudarán ni a lubricarlas, humedecerlas ni limpiarlas, al contrario, te podrán producir una irritación ocular la próxima vez que quieras usarlas.
Sus cuidados también dependen mucho en función del tipo de lentilla que estés usando.
Además de estos consejos, asegúrate de seguir las instrucciones de inserción del paquete para una experiencia exitosa y cómoda.
Es imprescindible usar productos para cuidarlas que sean de calidad y limpiarlas con la mayor frecuencia posible para eliminar la acumulación de bacterias.
El uso de tu primeras lentillas nunca es fácil. Es importante recordar que usar lentillas durante un período prolongado puede ser peligroso.
El uso excesivo puede causar problemas, como visión borrosa, dolor y enrojecimiento debido a la falta de oxígeno que pasa al ojo. Se trata de un soporte médico que debe tomarse en serio.
Sin embargo, con el cuidado adecuado, te ayudarán a ver mejor y tendrás la tranquilidad de saber que tus lentillas son saludables y seguras para tus ojos.
Para cualquier duda relacionada con lentillas consulta a los especialistas de nuestra óptica online.